Nuestras creencias
La Biblia
Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios inerrante e inspirada, y que es nuestra autoridad final en todos los asuntos de fe y práctica. Por razones de unidad dentro de la iglesia y fiabilidad textual, optamos por usar la versión King James de la Biblia en todos los servicios públicos. (2 Timoteo 3:16-17; 2 Pedro 1:20-21)
Dios
Creemos que Dios es una persona, que existe eternamente como una Trinidad en unidad: Padre, Hijo y EspÃritu Santo; tres personas y, sin embargo, un solo Dios. (Deuteronomio 6:4; Mateo 26:19; 1 Corintios 8:6)
Jesús Cristo
Creemos que Jesucristo es el Hijo unigénito de Dios, eternamente existente, que se hizo hombre sin pecado para redimirnos. Nació de una virgen y es verdadero Dios y verdadero hombre. (Lucas 1:30-55; Juan 1:1-15; Filemón 2:5-8)
Hombre
Creemos que el hombre fue creado a imagen de Dios, pero cayó por el pecado, lo que le trajo no solo la muerte fÃsica, sino también la muerte espiritual o la separación eterna de Dios. Ahora toda la humanidad existe como una raza caÃda, con una naturaleza pecaminosa heredada. (Génesis 1:26,27; Génesis 2:16; Génesis 3:16-19; Romanos 3:10-23; Romanos 6:23)
Salvación
Creemos que el Señor Jesucristo sufrió y murió como pago sustitutivo por los pecados del mundo entero. Resucitó fÃsicamente y luego ascendió al cielo. La fe sencilla en este sacrificio es el único camino de salvación para la humanidad. (Lucas 24; Hechos 1:9-11; Romanos 5:8-10; Efesios 1:20-23; 1 Pedro 3:18)
La iglesia local
Creemos que la iglesia local es un grupo de creyentes bautizados por inmersión, unidos para la edificación, la exhortación y la evangelización, según el mandato de Cristo en la Gran Comisión; predicando el evangelio a toda criatura. (Marcos 16:15; 1 Corintios 12:12; Efesios 1:22-23)
La segunda venida
Creemos que Jesucristo mismo regresará pronto en el aire para rescatar a los salvos y recompensar su servicio. Los incrédulos que queden atrás pasarán por un perÃodo llamado la Tribulación, tras el cual Cristo regresará a la tierra para establecer su Reino de mil años de justicia. Después de esto, los incrédulos de todas las épocas comparecerán ante el Gran Trono Blanco para ser juzgados y arrojados al Lago de Fuego, separados de Dios para siempre, mientras que los creyentes pasarán la eternidad en la plenitud del gozo en el Cielo con el Señor. (Mateo 24:29-42; 1 Tesalonicenses 4:16-18; Apocalipsis 19:11-20:1)